La siguiente declaración de fe se presenta con cada categoría acompañada de pasajes bíblicos de apoyo. Los pasajes bíblicos se presentan en forma de "Biblia de letras rojas", con las frases en rojo representando las propias palabras de Jesús.

La Palabra de Dios

La Biblia es la Palabra de Dios para nosotros. Nos habla de la iniciativa de Dios de rescatarnos del pecado y sus consecuencias por medio de su Hijo, Jesucristo. Él es la clave para la interpretación de toda la Biblia. El Espíritu Santo de Dios dirigió a los autores humanos para que escribieran justo lo que Él quería. Cuando la Biblia fue escrita originalmente, no contenía errores. La Biblia es verdadera y digna de confianza, y nos dice todo lo que necesitamos saber para agradar a Dios y encontrar sentido y plenitud. Es la máxima autoridad para todo lo que creemos y hacemos.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras nunca pasarán. - Marcos 13:31

A los judíos que le habían creído, Jesús les dijo: "Si os aferráis a mis enseñanzas, seréis realmente mis discípulos. Entonces conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." - Juan 8:31-32

Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que puede edificaros y daros herencia entre todos los santificados. - Hechos 20:32

Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, reprender, corregir y formar en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente preparado para toda buena obra. - 2 Timoteo 3:16-17

Sobre todo, debes comprender que ninguna profecía de la Escritura se produjo por la propia interpretación de las cosas por parte del profeta. Porque la profecía nunca tuvo su origen en la voluntad humana, sino que los profetas, aunque humanos, hablaban de parte de Dios llevados por el Espíritu Santo. - 2 Pedro 1:20-21


La Trinidad

Sólo hay un Dios verdadero, y Dios existe simultáneamente en tres personas. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son igualmente merecedores de adoración y honor. Las tres personas de la Trinidad tienen papeles distintos, pero complementarios, en el cumplimiento del plan perfecto de Dios.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. - Génesis 1:1

Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, para que domine sobre los peces del mar y las aves del cielo, sobre el ganado y todos los animales salvajes, y sobre todas las criaturas que se mueven por el suelo." - Génesis 1:26

Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor es uno. - Deuteronomio 6:4

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo... - Mateo 28:19

En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. - Juan 1:1

Por medio de él se hicieron todas las cosas; sin él no se hizo nada de lo que se ha hecho. - Juan 1:3

Dios es espíritu, y sus adoradores deben adorar en el Espíritu y en verdad. - Juan 4:24

...puesto que lo que se puede saber de Dios les es claro, porque Dios se lo ha hecho claro. En efecto, desde la creación del mundo, las cualidades invisibles de Dios -su eterno poder y su naturaleza divina- se han manifestado claramente, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que los hombres no tienen excusa. - Romanos 1:19-20


El Padre

El Padre es la primera persona de la Trinidad. Es infinito (no tiene principio ni fin) y conoce todas las cosas (pasadas, presentes y futuras), pero quiere interactuar contigo a nivel personal. El Padre es perfecto en toda cualidad y virtud. Tiene el poder y la integridad para cumplir todas Sus promesas.

Y no llaméis "padre" a nadie en la tierra, porque tenéis un solo Padre, que está en los cielos. - Mateo 23:9

En aquel tiempo, Jesús, lleno de gozo por el Espíritu Santo, dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque esto es lo que te ha placido hacer. Todo me ha sido confiado por mi Padre. Nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, y nadie sabe quién es el Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo". - Lucas 10:21-22

Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. - Juan 3:16

No trabajéis por el alimento que se echa a perder, sino por el que perdura hasta la vida eterna, que os dará el Hijo del hombre. Porque en él ha puesto Dios Padre su sello de aprobación. - Juan 6:27

A todos los que en Roma son amados por Dios y llamados a ser su pueblo santo: Graza y paz a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. - Romanos 1:7

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza, a Timoteo mi verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. - 1 Timoteo 1:1-2

Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, que se entregó a sí mismo en rescate por todos los hombres. Esto ya se ha atestiguado a su debido tiempo. - 1 Timoteo 2:5-6

Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Por su gran misericordia nos ha hecho renacer a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos... - 1 Pedro 1:3

...y nos ha constituido en reino y sacerdotes para servir a su Dios y Padre: a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. - Apocalipsis 1:6


El Hijo, Jesucristo

Jesús es la segunda persona de la Trinidad. Es el único Hijo de Dios que siempre existió con el Padre. Jesús entró en la historia humana: Dios se hizo hombre, nació de María cuando aún era virgen y no tuvo pecado original. Luego vivió toda su vida libre de todo pecado. Realizó milagros y enseñó con autoridad, dando evidencia de Su posición en la Trinidad. Jesús fue asesinado al ser clavado en una cruz. Murió voluntariamente y Su sangre proporciona el perfecto y único sacrificio por el pecado. Jesús fue enterrado en una tumba. Al tercer día después de su muerte volvió a la vida, demostrando que su sacrificio por el pecado en nuestro nombre fue aceptado por el Padre. Jesús regresó al cielo y es nuestro abogado en la presencia del Padre.

Así se produjo el nacimiento de Jesús el Mesías: Su madre María estaba prometida en matrimonio con José, pero antes de que se unieran, se descubrió que estaba embarazada por obra del Espíritu Santo. Como José, su marido, era fiel a la ley, pero no quería exponerla a la deshonra pública, pensó en divorciarse de ella discretamente. Pero, después de pensarlo, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María como esposa, porque lo que en ella ha sido concebido procede del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados." Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: "La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel" (que significa "Dios con nosotros"). Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado y se llevó a María a su casa como esposa. Pero no consumó su matrimonio hasta que ella dio a luz un hijo. Y le puso por nombre Jesús. - Mateo 1:18-25 (véase también Lucas 1:26-38)

...como el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos. - Mateo 20:28

En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. - Juan 1:1

Tomás le dijo: "¡Señor mío y Dios mío!". - Juan 20:28

Jesús realizó muchas otras señales en presencia de sus discípulos, que no están registradas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre. - Juan 20:30-31

"Hombres de Galilea", les dijeron, "¿por qué estáis aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido arrebatado de vosotros al cielo, volverá de la misma manera que le habéis visto ir al cielo." - Hechos 1:11

En el momento justo, cuando aún éramos impotentes, Cristo murió por los impíos. Rara vez morirá alguien por un justo, aunque por una persona buena quizá alguien se atreva a morir. Pero Dios demuestra así su amor por nosotros: Siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. - Romanos 6:9-10

Al que no tenía pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que en él llegáramos a ser justicia de Dios. - 2 Corintios 5:21

Porque en él nos eligió antes de la creación del mundo para que fuésemos santos y sin mancha delante de él. Por amor nos predestinó para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, conforme a su beneplácito y voluntad... - Efesios 1:4-5

A esto fuisteis llamados, porque Cristo padeció por vosotros, dejándoos ejemplo, para que sigáis sus pisadas. "No cometió pecado, ni se halló engaño en su boca". Cuando le insultaban, no tomaba represalias; cuando sufría, no amenazaba. Al contrario, se encomendó a quien juzga con justicia. "Él mismo llevó nuestros pecados" en su cuerpo sobre la cruz, para que muramos a los pecados y vivamos para la justicia; "por sus heridas habéis sido sanados". - 1 Pedro 2, 21-24

Por eso puede salvar completamente a los que por él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder por ellos. - Hebreos 7:25


El Espíritu Santo

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad. Él es quien muestra a las personas cómo violan la norma de perfección de Dios. Él les muestra lo que es bueno y correcto y les hace saber que algún día habrá un juicio. Él da al pueblo de Dios vida espiritual y habilidades especiales para el servicio. El Espíritu Santo vive en cada persona que tiene sus pecados perdonados por Jesucristo. El es consistente en Su ayuda, enseñando y haciendo que las personas cambien de adentro hacia afuera hasta que sean como Jesús.

Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu. No te maravilles de que te haya dicho: "Tienes que nacer de nuevo". El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así sucede con todo el que nace del Espíritu. - Juan 3:6-8

Si me pides algo en mi nombre, lo haré. Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Vosotros lo conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos, sino que vendré a vosotros. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis. Porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él." Judas (no Iscariote) le dijo: "Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?". Jesús le respondió: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada con él.Quien no me ama, no guarda mis palabras. Y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Estas cosas os he hablado mientras estoy con vosotros. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho." - Juan 14:14-26

Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, que procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y vosotros también daréis testimonio, porque habéis estado conmigo desde el principio. - Juan 15:26-27

Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros. Pero si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio: de pecado, porque no creen en mí; de justicia, porque voy al Padre y ya no me veréis; de juicio, porque el príncipe de este mundo ha sido juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os anunciará las cosas que habrán de venir. Él me glorificará, porque tomará lo que es mío y os lo anunciará. - Juan 16:7-14

Los que están en la carne no pueden agradar a Dios. - Romanos 8:8

Porque si vivís según la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. - Romanos 8:13-14

Asimismo, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos pedir como conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es la mente del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los santos según la voluntad de Dios. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su designio son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. - Romanos 8:26-29

Porque así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los miembros tienen la misma función, así también nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, y miembros los unos de los otros. Teniendo dones que difieren según la gracia que nos ha sido dada, usémoslos: si de profecía, en proporción a nuestra fe; si de servicio, en nuestro servir; el que enseña, en su enseñanza; el que exhorta, en su exhortación; el que contribuye, en generosidad; el que dirige, con celo; el que hace obras de misericordia, con alegría. - Romanos 12:4-8

...para ser ministro de Cristo Jesús a los gentiles en el servicio sacerdotal del evangelio de Dios, a fin de que la ofrenda de los gentiles sea aceptable, santificada por el Espíritu Santo. - Romanos 15:16

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? - 1 Corintios 3:16

Y así erais algunos de vosotros. Pero fuisteis lavados, fuisteis santificados, fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. - 1 Corintios 6:11

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios? No sois vuestros... - 1 Corintios 6:19

Ahora bien, respecto a los dones espirituales, hermanos, no quiero que estéis desinformados. Vosotros sabéis que cuando erais paganos os desviabais hacia ídolos mudos, como quiera que fueseis conducidos. Por lo tanto quiero que entiendan que nadie hablando en el Espíritu de Dios jamás dice "¡Jesús es maldito!" y nadie puede decir "Jesús es Señor" excepto en el Espíritu Santo. Ahora bien, hay variedades de dones, pero el mismo Espíritu; y hay variedades de servicio, pero el mismo Señor; y hay variedades de actividades, pero es el mismo Dios quien les da poder a todos en todos. A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien común. Porque a uno se le da por el Espíritu la manifestación de la sabiduría, y a otro la manifestación de la ciencia según el mismo Espíritu, a otro la fe por el mismo Espíritu, a otro dones de curación por el mismo Espíritu, a otro la obra de milagros, a otro la profecía, a otro la capacidad de distinguir entre los espíritus, a otro diversos géneros de lenguas, a otro la interpretación de las lenguas. A todos ellos les da poder un mismo Espíritu, que reparte a cada uno según su voluntad. Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, aunque muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo cuerpo -judíos o griegos, esclavos o libres- y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. - 1 Corintios 12:1-13

Pero cuando uno se vuelve al Señor, se quita el velo.  Ahora bien, el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Y todos nosotros, mirando a cara descubierta la gloria del Señor, nos vamos transformando de gloria en gloria en la misma imagen. Porque esto proviene del Señor, que es el Espíritu. - 2 Corintios 3:16-18

Pero como en aquel tiempo el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora... - Gálatas 4:29

Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. - Gálatas 5:18

...para que, conforme a las riquezas de su gloria, os conceda ser fortalecidos con poder en vuestro interior por su Espíritu... - Efesios 3:16

Por tanto, yo, prisionero del Señor, os exhorto a que os comportéis como es digno de la vocación a que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos con amor los unos a los otros, deseosos de mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu -así como fuisteis llamados a la única esperanza que corresponde a vuestra vocación-, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por todos y en todos. Pero la gracia nos fue dada a cada uno según la medida del don de Cristo.Por eso dice: "Cuando subió a lo alto, condujo un ejército de cautivos y dio dones a los hombres". (Al decir "ascendió", ¿qué significa sino que también había descendido a las regiones inferiores, a la tierra? El que descendió es el que también ascendió muy por encima de todos los cielos, para llenarlo todo). Y dio a los apóstoles, a los profetas, a los evangelistas, a los pastores y a los maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a la virilidad madura, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo... - Efesios 4:1-13

Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os escogió como primicias para ser salvos, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. - 2 Tesalonicenses 2:13

...porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. - 2 Timoteo 1:7

...nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo... - Tito 3:5


Nacimiento espiritual

Cada persona ha roto el estándar de perfección de Dios. Toda persona ha pecado. Hemos escogido hacer cosas que están mal y hemos heredado una naturaleza interna de nuestros antepasados que ha estado en rebelión contra Dios desde la primera persona, Adán. El pecado requiere muerte, por eso Jesús murió en la cruz. Jesús dio su propia sangre para proveer la única manera de perdón. Cuando el Espíritu Santo convence a una persona de que es culpable y que la sangre de Jesucristo es el único pago satisfactorio por el pecado, también le da el poder para apartarse del pecado y confiar en Jesucristo para una nueva vida, trayendo a esa persona a la familia de Dios para siempre. Creemos que aquellos que se han apartado de su pecado y han confiado en Jesucristo como Salvador y Señor tienen una vida nueva y eterna.

Entonces dijo Dios: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Y que tenga dominio sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo y sobre el ganado y sobre toda la tierra y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra". - Génesis 1:26

...pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás". - Génesis 2:17

Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás." - Génesis 3:19

Varón y hembra los creó, y los bendijo y les dio el nombre de Hombre cuando fueron creados. - Génesis 5:2

Purifícame con hisopo, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. - Salmo 51:7

El que oculta sus transgresiones no prosperará, pero el que las confiesa y las abandona obtendrá misericordia. - Proverbios 28:13

Y consideré todo lo que mis manos habían hecho y el trabajo que había empleado en ello, y he aquí que todo era vanidad y afán de viento, y que nada había que ganar bajo el sol. - Eclesiastés 2:11

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo entenderá? - Jeremías 17:9

Pero a todos los que le recibieron, a los que creyeron en su nombre, les dio derecho a ser hijos de Dios, los cuales no nacieron de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. - Juan 1:12-13

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre... - Juan 3:14

En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna. No entra en juicio, sino que ha pasado de muerte a vida. - Juan 5:24

No puedo hacer nada por mí mismo. Según oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. - Juan 5:30

De nuevo Jesús les habló, diciendo: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." - Juan 8:12

...pero no creéis porque no estáis entre mis ovejas. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. - Juan 10:26-28

Y cuando venga, convencerá al mundo acerca del pecado, la justicia y el juicio... - Juan 16:8

Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley lo dice a los que están bajo la ley, para que se cierre toda boca y todo el mundo rinda cuentas a Dios. Porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él, ya que por medio de la ley viene el conocimiento del pecado. - Romanos 3:19-20

Porque así como por la desobediencia de un solo hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de un solo hombre los muchos serán constituidos justos. - Romanos 5:19

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Porque la ley del Espíritu de vida os ha liberado en Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte. Porque Dios ha hecho lo que la ley, debilitada por la carne, no podía hacer. Al enviar a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó el pecado en la carne, para que se cumpliera en nosotros la justa exigencia de la ley, que no andamos según la carne, sino según el Espíritu. Porque los que viven según la carne ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven según el Espíritu ponen la mente en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Porque la mente que está puesta en la carne es hostil a Dios, pues no se somete a la ley de Dios; de hecho, no puede. Los que están en la carne no pueden agradar a Dios. Pero vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Quien no tiene el Espíritu de Cristo no le pertenece. Pero si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, el Espíritu es vida a causa de la justicia. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros. Así pues, hermanos, somos deudores, no de la carne, para vivir según la carne. Porque si vivís según la carne, moriréis; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Porque no habéis recibido el espíritu de esclavitud para caer de nuevo en el temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: "¡Abba! Padre!". El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, con tal que padezcamos con él para que también seamos glorificados con él. - Romanos 8:1-17

¿Qué diremos entonces? ¿Hay injusticia por parte de Dios? De ninguna manera. Porque dice a Moisés: "Tendré piedad de quien tenga piedad, y me compadeceré de quien me compadezca". Así pues, no depende de la voluntad o del esfuerzo humano, sino de Dios, que tiene misericordia. Porque la Escritura dice al Faraón: "Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea proclamado en toda la tierra." Así, pues, tiene misericordia de quien quiere, y endurece a quien quiere. Entonces me diréis: "¿Por qué sigue encontrando defectos? Pues, ¿quién puede resistirse a su voluntad?". Pero, ¿quién eres tú, oh hombre, para responder a Dios? ¿Dirá lo moldeado a su moldeador: "Por qué me has hecho así"? ¿No tiene derecho el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para uso honroso y otro para uso deshonroso? ¿Y si Dios, queriendo manifestar su ira y dar a conocer su poder, ha soportado con mucha paciencia vasos de ira preparados para la destrucción, a fin de dar a conocer las riquezas de su gloria en favor de vasos de misericordia, que de antemano ha preparado para gloria, a nosotros a quienes ha llamado, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles? - Romanos 9:14-24

Por tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Lo viejo ha pasado; he aquí que ha llegado lo nuevo. - 2 Corintios 5:17

Sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder... - 2 Tesalonicenses 1:9

Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os escogió como primicias para ser salvos, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. - 2 Tesalonicenses 2:13

nos salvó, no por obras de justicia hechas por nosotros, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo, que derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, llegásemos a ser herederos según la esperanza de la vida eterna. - Tito 3:5-7

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. - 1 Juan 1:9

Pero cada persona es tentada cuando es atraída y seducida por su propio deseo. - Santiago 1:14


La Iglesia

La Iglesia es pueblo e incluye a todos los que han experimentado este nacimiento espiritual. Los seguidores de Jesucristo también se reúnen para formar iglesias locales que adoran, sirven y crecen juntos. Crecemos en relación con Dios a través del estudio y la aplicación de Su Palabra, que también nos lleva a amarnos unos a otros. Jesús es la Cabeza de la Iglesia. La Iglesia debe hacer las cosas que Jesús nos dio para hacer y ayudar a otros a aprender acerca de las Buenas Nuevas de perdón y vida en Jesucristo.

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. - Hechos 1:8

Y los que recibieron su palabra se bautizaron, y se añadieron aquel día como tres mil almas. Y se dedicaban a la enseñanza de los apóstoles y a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. - Hechos 2:41-42

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo Jesús mismo, en quien todo el edificio, bien concertado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor. En él también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios por el Espíritu. - Efesios 2:19-22

...dirigiéndoos unos a otros salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor de todo corazón, dando gracias siempre y por todo a Dios Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, sometiéndoos unos a otros por respeto a Cristo. - Efesios 5:19-21

Y él es la cabeza del cuerpo, la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo sea preeminente. - Colosenses 1:18

Mantengamos firme la confesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que lo prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, no dejando de reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más cuanto veis que aquel día se acerca. - Hebreos 10:23-25


Cómo deben vivir los cristianos

Los cristianos tenemos el privilegio de vivir libres del control del pecado que nos tenía atrapados antes de que el Espíritu Santo nos diera nueva vida. Ahora podemos progresar en vivir de una manera que agrade a Dios, mantenga nuestra libertad y permita que otros sepan que Dios sí cambia vidas. Es para nuestro bien que aprendamos a vivir lo que la Biblia enseña. A medida que crecemos veremos a Dios cambiando nuestro carácter para ser más como el carácter de Jesús. La gente a nuestro alrededor vera que Dios es real y que El es bueno.

Si me amas, guardarás mis mandamientos. - Juan 14:15

Jesús le respondió: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada con él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me ha enviado." - Juan 14:23-24

Os ruego, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro culto espiritual. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que mediante la prueba podáis discernir cuál es la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable y lo perfecto. - Romanos 12:1-2

Así que, tanto si coméis como si bebéis, o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. - 1 Corintios 10:31

El punto es éste: quien siembra escasamente también cosechará escasamente, y quien siembra generosamente también cosechará generosamente. Cada uno debe dar como ha decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. Y Dios es poderoso para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis en toda buena obra. Como está escrito: "Ha repartido gratuitamente, ha dado a los pobres; su justicia permanece para siempre". El que suministra la semilla al sembrador y el pan para el alimento, suministrará y multiplicará tu semilla para la siembra y aumentará la cosecha de tu justicia. Seréis enriquecidos en todos los sentidos para ser generosos en todo, lo que a través de nosotros producirá acción de gracias a Dios. Porque el ministerio de este servicio no sólo suple las necesidades de los santos, sino que también desborda en muchas acciones de gracias a Dios. Al aprobar este servicio, glorificarán a Dios por vuestra sumisión, que proviene de vuestra confesión del Evangelio de Cristo, y por la generosidad de vuestra contribución para con ellos y para con todos los demás... - 2 Corintios 9:6-13

...hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a la madurez del hombre, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo... - Efesios 4:13

Por eso, desde el día en que nos enteramos, no hemos cesado de orar por vosotros, pidiendo que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espirituales, para que andéis como es digno del Señor, agradándole plenamente: dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios... - Colosenses 1:9-10

A él anunciamos, amonestando a todos y enseñando a todos con toda sabiduría, a fin de presentar a cada uno maduro en Cristo. - Colosenses 1:28

Por lo demás, hermanos, os pedimos y exhortamos en el Señor Jesús, que así como habéis recibido de nosotros cómo debéis andar y agradar a Dios, tal como lo estáis haciendo, así lo hagáis más y más. - 1 Tesalonicenses 4:1

Por tanto, ya que estamos rodeados de una nube tan grande de testigos, despojémonos también nosotros de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con denuedo la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el fundador y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. - Hebreos 12:1-2

Y en esto sabemos que hemos llegado a conocerle, si guardamos sus mandamientos. El que dice: "Yo le conozco", pero no guarda sus mandamientos, miente, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en él verdaderamente se perfecciona el amor de Dios. En esto conoceremos que estamos en él: el que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. - 1 Juan 2,3-6

Amados, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios, y quien ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor de Dios entre nosotros: en que Dios envió a su Hijo único al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Queridos hermanos, si Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios; si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros. - 1 Juan 4:7-12


Dos prácticas que Jesús dio a la Iglesia

Jesús dio a la Iglesia dos prácticas que nos recuerdan y muestran a los demás lo que Dios ha hecho por su pueblo en el Evangelio: el bautismo y la Cena del Señor. Aunque practicarlas no te hace más aceptable para Dios, cuando son celebradas por la iglesia con fe genuina, confirman y nutren al creyente. Sabemos que los cristianos discrepan sobre cuándo y cómo se debe bautizar a las personas, pero nuestra práctica será bautizar por inmersión a quienes profesen fe personal en Jesucristo.

Mientras comían, Jesús tomó pan y, después de bendecirlo, lo partió y se lo dio a los discípulos, diciendo: "Take, eat; this is my body.” And he took a cup, and when he had given thanks he gave it to them, saying, “Drink of it, all of you, for this is my blood of the covenant, which is poured out for many for the forgiveness of sins. I tell you I will not drink again of this fruit of the vine until that day when I drink it new with you in my Father’s kingdom.” — Matthew 26:26-29

And Jesus came and said to them, “All authority in heaven and on earth has been given to me. Go therefore and make disciples of all nations, baptizing them in the name of the Father and of the Son and of the Holy Spirit, teaching them to observe all that I have commanded you. And behold, I am with you always, to the end of the age.” — Matthew 28:18-20

And as they were eating, he took bread, and after blessing it broke it and gave it to them, and said, “Take; this is my body.” And he took a cup, and when he had given thanks he gave it to them, and they all drank of it. And he said to them, “This is my blood of the covenant, which is poured out for many. Truly, I say to you, I will not drink again of the fruit of the vine until that day when I drink it new in the kingdom of God.” — Mark 14:22-25

And he took a cup, and when he had given thanks he said, “Take this, and divide it among yourselves. For I tell you that from now on I will not drink of the fruit of the vine until the kingdom of God comes.” And he took bread, and when he had given thanks, he broke it and gave it to them, saying, “This is my body, which is given for you. Do this in remembrance of me.” And likewise the cup after they had eaten, saying, “This cup that is poured out for you is the new covenant in my blood.” — Luke 22:17-20

And Peter said to them, “Repent and be baptized every one of you in the name of Jesus Christ for the forgiveness of your sins, and you will receive the gift of the Holy Spirit. For the promise is for you and for your children and for all who are far off, everyone whom the Lord our God calls to himself.” And with many other words he bore witness and continued to exhort them, saying, “Save yourselves from this crooked generation.” So those who received his word were baptized, and there were added that day about three thousand souls. And they devoted themselves to the apostles’ teaching and the fellowship, to the breaking of bread and the prayers. — Acts 2:38-42

And as they were going along the road they came to some water, and the eunuch said, “See, here is water! What prevents me from being baptized?” And he commanded the chariot to stop, and they both went down into the water, Philip and the eunuch, and he baptized him. And when they came up out of the water, the Spirit of the Lord carried Philip away, and the eunuch saw him no more, and went on his way rejoicing. — Acts 8:36-39

What shall we say then? Are we to continue in sin that grace may abound? By no means! How can we who died to sin still live in it? Do you not know that all of us who have been baptized into Christ Jesus were baptized into his death? We were buried therefore with him by baptism into death, in order that, just as Christ was raised from the dead by the glory of the Father, we too might walk in newness of life. For if we have been united with him in a death like his, we shall certainly be united with him in a resurrection like his. We know that our old self was crucified with him in order that the body of sin might be brought to nothing, so that we would no longer be enslaved to sin. For one who has died has been set free from sin. Now if we have died with Christ, we believe that we will also live with him. We know that Christ, being raised from the dead, will never die again; death no longer has dominion over him. For the death he died he died to sin, once for all, but the life he lives he lives to God. So you also must consider yourselves dead to sin and alive to God in Christ Jesus. — Romans 6:1-11

The cup of blessing that we bless, is it not a participation in the blood of Christ? The bread that we break, is it not a participation in the body of Christ? Because there is one bread, we who are many are one body, for we all partake of the one bread. — 1 Corinthians 10:16-17

For I received from the Lord what I also delivered to you, that the Lord Jesus on the night when he was betrayed took bread, and when he had given thanks, he broke it, and said, “This is my body, which is for you. Do this in remembrance of me.” In the same way also he took the cup, after supper, saying, “This cup is the new covenant in my blood. Do this, as often as you drink it, in remembrance of me.” For as often as you eat this bread and drink the cup, you proclaim the Lord’s death until he comes. — 1 Corinthians 11:23-26

Baptism, which corresponds to this, now saves you, not as a removal of dirt from the body but as an appeal to God for a good conscience, through the resurrection of Jesus Christ… — 1 Peter 3:21


We Have Been Given Freedom And Responsibility

When a person comes to faith in Jesus Christ, the Holy Spirit lives in that person and will teach him/her according to the Bible. Each person can speak and relate directly to God and is accountable to God. The local church also has freedom and accountability before God and is to be controlled solely by the authority of Jesus Christ (not denominational or political authorities).

But Peter and the apostles answered, “We must obey God rather than men.” — Acts 5:29

Pay careful attention to yourselves and to all the flock, in which the Holy Spirit has made you overseers, to care for the church of God, which he obtained with his own blood. I know that after my departure fierce wolves will come in among you, not sparing the flock; and from among your own selves will arise men speaking twisted things, to draw away the disciples after them. Therefore be alert, remembering that for three years I did not cease night or day to admonish every one with tears. And now I commend you to God and to the word of his grace, which is able to build you up and to give you the inheritance among all those who are sanctified. — Acts 20:28-32

For none of us lives to himself, and none of us dies to himself. For if we live, we live to the Lord, and if we die, we die to the Lord. So then, whether we live or whether we die, we are the Lord’s. For to this end Christ died and lived again, that he might be Lord both of the dead and of the living. — Romasn 14:7-9

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? - 1 Corintios 3:16

Or do you not know that your body is a temple of the Holy Spirit within you, whom you have from God? You are not your own, for you were bought with a price. So glorify God in your body. — 1 Corinthians 6:19-20

…built on the foundation of the apostles and prophets, Christ Jesus himself being the cornerstone, in whom the whole structure, being joined together, grows into a holy temple in the Lord. In him you also are being built together into a dwelling place for God by the Spirit. — Ephesians 2:20-22

Now if the ministry of death, carved in letters on stone, came with such glory that the Israelites could not gaze at Moses’ face because of its glory, which was being brought to an end, will not the ministry of the Spirit have even more glory? For if there was glory in the ministry of condemnation, the ministry of righteousness must far exceed it in glory. Indeed, in this case, what once had glory has come to have no glory at all, because of the glory that surpasses it. For if what was being brought to an end came with glory, much more will what is permanent have glory. Since we have such a hope, we are very bold, not like Moses, who would put a veil over his face so that the Israelites might not gaze at the outcome of what was being brought to an end. But their minds were hardened. For to this day, when they read the old covenant, that same veil remains unlifted, because only through Christ is it taken away. Yes, to this day whenever Moses is read a veil lies over their hearts. But when one turns to the Lord, the veil is removed. Now the Lord is the Spirit, and where the Spirit of the Lord is, there is freedom. And we all, with unveiled face, beholding the glory of the Lord, are being transformed into the same image from one degree of glory to another. For this comes from the Lord who is the Spirit. — 2 Corinthians 3:7-18

Y él es la cabeza del cuerpo, la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo sea preeminente. - Colosenses 1:18

For there is one God, and there is one mediator between God and men, the man Christ Jesus… — 1 Timothy 2:5


The End of Time

Some day soon Jesus Christ will make a bodily return to the earth to set up His kingdom. Every person who has ever lived will be brought before God for a final judgment. Those who have not come to faith in Jesus Christ will spend eternity in Hell, separated from God’s loving favor where there is nothing but evil and endless suffering. Those who have experienced spiritual birth (see #6) will live in the joyous presence of God forever.

For the Son of Man is going to come with his angels in the glory of his Father, and then he will repay each person according to what he has done. — Matthew 16:27

And Jesus said, “I am, and you will see the Son of Man seated at the right hand of Power, and coming with the clouds of heaven.” — Mark 14:62

And if I go and prepare a place for you, I will come again and will take you to myself, that where I am you may be also. — John 14:3

…and said, “Men of Galilee, why do you stand looking into heaven? This Jesus, who was taken up from you into heaven, will come in the same way as you saw him go into heaven.” — Acts 1:11

Therefore do not pronounce judgment before the time, before the Lord comes, who will bring to light the things now hidden in darkness and will disclose the purposes of the heart. Then each one will receive his commendation from God. — 1 Corinthians 4:5

But in fact Christ has been raised from the dead, the firstfruits of those who have fallen asleep. For as by a man came death, by a man has come also the resurrection of the dead. For as in Adam all die, so also in Christ shall all be made alive. But each in his own order: Christ the firstfruits, then at his coming those who belong to Christ. Then comes the end, when he delivers the kingdom to God the Father after destroying every rule and every authority and power. — 1 Corinthians 15:20-24

But someone will ask, “How are the dead raised? With what kind of body do they come?” You foolish person! What you sow does not come to life unless it dies. And what you sow is not the body that is to be, but a bare kernel, perhaps of wheat or of some other grain. But God gives it a body as he has chosen, and to each kind of seed its own body. For not all flesh is the same, but there is one kind for humans, another for animals, another for birds, and another for fish. There are heavenly bodies and earthly bodies, but the glory of the heavenly is of one kind, and the glory of the earthly is of another. There is one glory of the sun, and another glory of the moon, and another glory of the stars; for star differs from star in glory. So is it with the resurrection of the dead. What is sown is perishable; what is raised is imperishable. It is sown in dishonor; it is raised in glory. It is sown in weakness; it is raised in power. It is sown a natural body; it is raised a spiritual body. If there is a natural body, there is also a spiritual body. Thus it is written, “The first man Adam became a living being”; the last Adam became a life-giving spirit. But it is not the spiritual that is first but the natural, and then the spiritual. The first man was from the earth, a man of dust; the second man is from heaven. As was the man of dust, so also are those who are of the dust, and as is the man of heaven, so also are those who are of heaven. Just as we have borne the image of the man of dust, we shall also bear the image of the man of heaven. I tell you this, brothers: flesh and blood cannot inherit the kingdom of God, nor does the perishable inherit the imperishable. Behold! I tell you a mystery. We shall not all sleep, but we shall all be changed, in a moment, in the twinkling of an eye, at the last trumpet. For the trumpet will sound, and the dead will be raised imperishable, and we shall be changed. For this perishable body must put on the imperishable, and this mortal body must put on immortality. When the perishable puts on the imperishable, and the mortal puts on immortality, then shall come to pass the saying that is written: “Death is swallowed up in victory.” “O death, where is your victory? O death, where is your sting?” The sting of death is sin, and the power of sin is the law. But thanks be to God, who gives us the victory through our Lord Jesus Christ. Therefore, my beloved brothers, be steadfast, immovable, always abounding in the work of the Lord, knowing that in the Lord your labor is not in vain. — 1 Corinthians 15:35-58

But our citizenship is in heaven, and from it we await a Savior, the Lord Jesus Christ… — Philippians 3:20

For since we believe that Jesus died and rose again, even so, through Jesus, God will bring with him those who have fallen asleep. For this we declare to you by a word from the Lord, that we who are alive, who are left until the coming of the Lord, will not precede those who have fallen asleep. For the Lord himself will descend from heaven with a cry of command, with the voice of an archangel, and with the sound of the trumpet of God. And the dead in Christ will rise first. Then we who are alive, who are left, will be caught up together with them in the clouds to meet the Lord in the air, and so we will always be with the Lord. Therefore encourage one another with these words. — 1 Thessalonians 4:14-18

…since indeed God considers it just to repay with affliction those who afflict you, and to grant relief to you who are afflicted as well as to us, when the Lord Jesus is revealed from heaven with his mighty angels in flaming fire, inflicting vengeance on those who do not know God and on those who do not obey the gospel of our Lord Jesus. They will suffer the punishment of eternal destruction, away from the presence of the Lord and from the glory of his might, when he comes on that day to be glorified in his saints, and to be marveled at among all who have believed, because our testimony to you was believed. — 2 Thessalonians 1:6-10

Te lo encargo en presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, y por su aparición y su reino... - 2 Timoteo 4:1

...aguardando la esperanza bienaventurada, la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo... - Tito 2:13

Entonces vi tronos, y sentados en ellos estaban aquellos a quienes se había confiado la autoridad de juzgar. También vi las almas de los que habían sido decapitados por el testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, y de los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a la vida y reinaron con Cristo durante mil años. El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que terminaron los mil años. Esta es la primera resurrección. Bendito y santo es el que participa de la primera resurrección. Sobre ellos no tiene poder la muerte segunda, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. Y cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión y saldrá para engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; su número es como la arena del mar. Y subieron por la ancha llanura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada, pero descendió fuego del cielo y los consumió, y el diablo que los había engañado fue arrojado al lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Entonces vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se encontró lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, y se abrieron libros. Luego se abrió otro libro, que es el libro de la vida. Y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según lo que habían hecho. Y el mar entregó a los muertos que estaban en él, la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos, y fueron juzgados, cada uno según lo que había hecho. Entonces la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda, el lago de fuego. Y si el nombre de alguno no se hallaba inscrito en el libro de la vida, era arrojado al lago de fuego. - Apocalipsis 20:4-15